Género: Ciencia Ficción
Celuloide en las uñas
jueves, 10 de noviembre de 2011
Ciudad sin estrellas: Rápido, pero entretenido
Género: Ciencia Ficción
martes, 18 de octubre de 2011
Mi nuevo amor: Amazon Kindle
Como el pasado viernes la susodicha cumplió años, mis padres y mi hermana tuvieron a bien regalarme un e-book. Sabiendo que si hay algo que me absorba es la literatura, lo que me han dado es la perdición en un cómodo formato de bolsillo. Pero gracias.
Así que en un momento quería hablaros de las bondades –o no- de este aparatito. Antes, querría decir que era muy reticente a esto aparatos, que vistos en exposición en los centro comerciales llaman poco o nada a la compra. Demasiado extraños, demasiado caros, con botones ortopédicos y una reacción más bien lenta. Además, ¿dónde queda el placer de acariciar las paginas, de pasarlas?
Después de que regalaran su e-book a mi padre en la fecha que tocaba, la cosa cambió. De repente los botones parecían cómodos, la pantalla nitidísima. Tener un e-book te da la ventaja de tener mil libros sin necesidad de tener una casa de dos cientos metros cuadrados…Así que una cosa llevó a la otra, y al fin tengo mi propio e-book.
El cacharro en cuestión es el nuevo Amazon Kindle de cuarta generación. Podéis adquirirlo en Amazon.com por $109. Veamos qué tal.
POR FUERA
El nuevo Kindle consta de una pantalla de 6 pulgadas, como el de su antecesor, el Amazon Kindle 3. Según la web del fabricante el nuevo modelo tiene un sistema de Ink display más avanzado, pero comparando con el anterior modelo no he sabido encontrar una diferencia exagerada. De todas formas, tanto uno como el otro tienen una gran nitidez, con poco grano y buen contraste.
Debo comentar una cosa sobre los e-books en general. Un amigo mío, armado con su iPad, me comentaba que el tablet de Apple tiene una opción de bajar el brillo para poder convertirlo en un libro electrónico. A ver, no. El resplandor es inherente a cualquier pantalla LCD o de led. Los e-books no es que tengan poco brillo, es que no tienen. Por lo tanto, para aquellos que teman por sus ojos, leer en una de estas pantallas es igual de dañino que leer en papel.
Se ha sustituido el teclado del Kindle 3 por un teclado oculto (Aparece en pantalla y se accede a él a través de un botón). Este hecho hace pesada la escritura de textos, pero como un e-book no está hecho precisamente para redactar no importa. Sin embargo, si eres de los que les encanta poner notas extensas, será mejor que adquieras el anterior modelo. Por otro lado, también falta la tecla de Tamaño de fuente, por ejemplo, pero se puede acceder al mismo menú cómodamente.
Los botones de pasar página de conservan a ambos lados de la pantalla, por lo que puedes ir leyendo sea cual sea la mano con la que sujetas el aparato.
En cualquier caso, el tamaño del Kindle se ha reducido notablemente, haciéndolo más cómodo de llevar y más ligero. Su acabado suave lo hace muy agradable al tacto y luce un elegante color gris.
Sólo tiene una entrada de USB.
POR DENTRO
La interfaz no ha cambiado nada: sencillisima, sin florituras. Los títulos se ordenan automáticamente por el más reciente, pero existe la posibilidad de cambiar esta opción o crear categorías. Al leer, las páginas pasan fluidamente. No voy a hablar del tamaño de letra y estas cosas, porque ya imaginaréis que cuenta con un buen abanico de opciones para configurar la lectura (tamaño de letra, etc.)
Una buena aportación de el nuevo Kindle es el hecho de que lo podemos encontrar en castellano. Teniendo en cuenta la poca penetración que tiene el inglés en estas tierras, el cambio de lengua aporta una nueva comodidad y lo hace accesible para todos los lectores.
También llama la atención la aplicación del wifi. Wifi, ¿para qué?, diréis. Bien, no solo podemos acceder al mercado de libros de Amazon - que a mi me parece un poco pobre, la verdad- sino que nos permite sincronizar nuestro e-book con las redes sociales. En el momento en el que acabemos cualquier libro, el Kindle nos sugerirá indicarlo en nuestro estado de Facebook o Twittearlo.
OTRAS COSAS
Si hay algo que me exaspera es la dificultad que hay para encontrar fundas. Las fundas, ya de por si, no son tan baratas como debieran, pero para el nuevo Kindle es dificil encontrar cualquier cosa que no valga más de 20€. Terrible.
Otra incomodidad que puede brindarnos el Kindle, como cualquier e-book, es el tedioso ritual de conseguir un libro y tener que pasarlo al formato .MOBI. Por suerte, existen softwares que acuden a nuestra ayuda, pero el proceso no deja de ser más bien lento.
Por otro lado, el Kindle tiene una bateria de larga duración (me lo regalaron el domingo y lleva encendido desde entonces sin inmutarse), que se carga en menos de tres horas por USB.
Y aquí termina mi rápido review.
En fin, sé que de momento todo son maravillas, pero dada mi escasa experiencia con estos cacharros y que aún estoy speedica por la ilusión, para mi son todo ventajas. Si pasa algo, ya me oiréis quejarme, ya.
martes, 8 de marzo de 2011
Alas negras
Nada es lo que parece, plumas negras bajo la piel
Las apariencias engañan. Uno (o una) no se cansa de repetirlo, pero a la larga los clichés, los arquetipos que se deslizan y se incrustan en la mente del colectivo como astutas solitarias.
Nada es lo que parece. Cuando se anunció Black Swan, allá por el 2007, sólo el nombre de Darren Aranosfky avalaba el relato y provocaba un chispazo de interes. Con él al frente, el proyecto de seguro seria, por lo menos, interesante. Pero, ¿una película de danza? ¿Bailarinas? Incluso el fichaje de Natalie Portman en el 2009 me mantuvo en la más absoluta indiferencia, y el argumento de las bailarinas rivales que se filtro en un principio, estaba un tanto trillado.
Las pocas noticias que se tamizaron tampoco dejaron claro qué se podía esperar de la cinta. El inminente estreno dio pie a un trailer no menos críptico. “No he entendido nada”, me dijo un día una amiga, después del montaje, “pero me apetece verla”.
Cómo no. Es Darren Aranosfky. Y hay que hacerlo.
Por primera vez en algún tiempo, una decisión acertada.
Para mí, este es el mejor cartel, a pesar de que no fue con el que se promocionó la pelicula en España.
Olvida el baile, la oscuridad de un cisne
Si hay algo que defina Cisne negro, es la angustia. Angustia y asfixia. Olvidaos del baile, no es el lago de los cisnes. Es un cuento sobre la búsqueda de la perfección y la obsesión que se pega como una sombra a aquellos que la buscan. Aunque calcen zapatillas de ballet.
La tensión vuelve imposible desviar la atención de la pantalla. Aranosky consigue gestar la inquietud en el espectador con la precisión del un cirujano: cada plano parece sacado de una película de terror, oscuro, pero es real y extraño de una forma perturbadora. Cada imagen está deliciosamente compuesta para su personaje, interpretado por una magnifica Natalie Portman. La íntima quietud e introversión del cisne blanco que va tiñendo sus plumas se refleja en las notas, en la luz que la acompañan. Cisne negro es, por lo tanto, un relato hilvanado magistralmente a partir de una espectacular fotografía y un gran trabajo musical, basado en la obra original de Tchaikovsky.
Por otro lado, si hay algo que sorprende es la sexualidad que desprenden los fotogramas. A veces un tanto sobrante, el sexo se convierte, prácticamente, en uno de los pilares de la historia, algo que uno esperaría más de una película europea que de cine norteamericano. Sin embargo, el componente erótico no resta contundencia al conjunto, sino que lo dota de una dimensión más profunda.
A modo de curiosidad, debo decir que Natalie Portman fue muy criticada por su delgadez, ya que reflejaba un tópico de que las bailarinas son finas y estilizadas, cuando la realidad es que la danza clásica requiere una musculatura consistente.
A modo de despedida, os dejo la novela gráfica que ha hecho Aranosfsky sobre un proyecto acerca del Arca del Noé, a ver si tiene suerte y se lo financian.
Ana M. K.